Síndrome de cushing y el embarazo

Síndrome de cushing

El síndrome de cushing no se presenta comúnmente en el embarazo, sin embargo, existen casos en los que se ha dado esta patología y las consecuencias son riesgosas para el bebé. Sus síntomas suelen pasar desapercibidos, por ello, te contamos las señales de alerta y más detalles sobre el tema.

 

Presencia de cushing en el embarazo

Es poco común que el síndrome de cushing tenga lugar durante el embarazo, debido a que las mujeres con esta enfermedad sufren de infertilidad porque interfiere con el funcionamiento de los ovarios, además de interrumpir los períodos menstruales o volverlos irregulares. Sin embargo, sí es posible que se presente y lamentablemente aumenta la morbilidad materna y fetal. Cabe destacar que el diagnóstico de esta patología es complejo, ya que los síntomas suelen confundirse con complicaciones propias del embarazo como hipertensión, diabetes gestacional y estrías abdominales.

Una de las consecuencias de sufrir esta enfermedad en el embarazo es el aumento del ritmo cardiaco, riesgo de preeclampsia y aborto espontaneo. Además, existe mayor probabilidad de que el bebé nazca prematuro.

 

¿Por qué se presenta el Síndrome de cushing?

Es una enfermedad que se presenta cuando el cuerpo tiene demasiada hormona cortisol, ya sea porque el cuerpo la produce en exceso o por ingerir corticosteroides en altas dosis por un largo tiempo. Esta hormona cumple diversas funciones en el cuerpo, por ejemplo: regula la presión arterial, reduce la inflamación y ayuda a la función correcta del corazón y vasos sanguíneos.

Es común que los especialistas receten corticosteroides para tratar asma, artritis, lupus, enfermedades intestinales inflamatorias o incluso cuando se realizó un trasplante de órgano. Por esta razón es importante estar al pendiente durante el consumo de estos medicamentos.

 

Síntomas

Los síntomas de esta enfermedad varían dependiendo del nivel de cortisol en el cuerpo. Los más comunes son:

  • Aumento de peso.
  • Depósitos de tejido adiposo en la sección media del cuerpo.
  • Estrías color rosa o púrpura en abdomen, muslos, mamas y brazos.
  • Hipertensión arterial
  • Pérdida de masa ósea
  • Diabetes tipo 2
  • Piel propensa a hematomas
  • Acné
  • Cicatrización lenta.

 

Si sospechas tener alguno de estos síntomas, es importante acudir con un especialista, de lo contrario pueden presentarse complicaciones como osteoporosis, hipertensión, infecciones frecuentes y pérdida de masa muscular. El diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado son esenciales para disminuir la morbimortalidad materno-fetal.

 

Para nosotros es muy importante cuidarte a ti y a tu bebé, por lo que haremos todo lo necesario para que lleves un embarazo saludable. ¡Acércate a nosotros y agenda tu cita!

 

 

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