Los miomas uterinos son protuberancias que aparecen dentro de la matriz en distintas áreas de la misma, se presentan de manera general durante etapas adultas, cerca del 70% de los casos corresponde a su aparición después de los 50 años, sin embargo, cerca del 30% de los casos los ocupan pacientes que rondan los 30 años o menos.
¿Cuál es su origen?
Aunque aún hay una causa exacta que explique su aparición, si podemos mencionar distintos factores que por sí solos o en combinación potencia su aparición:
- Genética
- Hormonas
- Ambiente
Síntomas
Hay muchos miomas uterinos que, por su tamaño o ubicación no presentarán ninguna sintomatología, para muchos otros casos pueden incluir uno o varios síntomas a la vez; entre los más frecuentes se encuentran sangrado entre períodos, menstruación abundante con presencia de coágulos o dolor. Necesidad de orinar frecuentemente, presión abdominal o dolores al mantener relaciones sexuales.
Tipos de miomas uterinos
Los miomas pueden ser clasificados de acuerdo a la ubicación que tengan:
Subserosos: Están situados en la parte externa del útero y crecen fuera de la cavidad, por lo tanto, no suelen afectar la fertilidad.
Intramurales: Son aquellos miomas uterinos que se desarrollan en la pared uterina, su presencia si puede deformar la forma del útero, por lo tanto, en algunos casos sí podría afectar las posibilidades de conseguir el embarazo.
Submucosos: Este tipo de miomas uterinos crecen hacia el interior de la cavidad uterina, puede afectar la mucosa del endometrio y es muy probable que se presenten problemas de fertilidad.
Diagnóstico y tratamiento
Para realizar un diagnóstico correcto se requiere hacer un ultrasonido para detectarlos, conocer su ubicación y tamaño. A partir de estos se puede recomendar un tratamiento que puede ser hormonal o en otros casos, quirúrgico. Si te han diagnosticado, sospechas de su presencia o no consigues el embarazo, es el momento de agendar una cita con nuestros especialistas en Reproducción Asistida.
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