La infertilidad afecta a una gran parte de las parejas en edad de procrear, es una condición que tiene diversas causas, mismas que se agrupan de acuerdo al factor que impide el embarazo a fin de manera satisfactoria, entre los factores comunes de infertilidad femenina las causas uterinas, alteraciones de las trompas y las alteraciones cervicales (cuello del útero).
Factor tubárico
Las alteraciones tubáricas son identificadas hasta en el 30-35% de las pacientes con infertilidad. Como antecedentes normalmente se encuentran: enfermedad pélvica inflamatoria (enfermedad infecciosa del aparato reproductor), aborto complicado, cirugía de Apéndice complicada o embarazo ectópico.
Las trompas de Falopio unen los ovarios con el útero, en las alteraciones de las trompas se impide la unión natural entre el óvulo y el espermatozoide, ya que es en este sitio en el que normalmente se lleva a cabo la fertilización para posteriormente implantarse en el útero.
Para evaluar la permeabilidad de las trompas se utilizan de manera clásica dos métodos: histerosalpingografía (estudio de imagen que utiliza medio de contraste y rayos X) y laparoscopia (procedimiento quirúrgico que permite visión directa con cámara).
Se deben realizar así mismo, pruebas diagnósticas contra infecciones y microorganismos específicos, como mycoplasma, ureaplasma y clamidia, ya que estos pueden producir inflamación u otras alteraciones en la permeabilidad de las trompas afectando directamente en la infertilidad femenina.
Las opciones reproductivas en pacientes con infertilidad por factor tubárico en la época de la reproducción asistida quedan prácticamente reducidas a la fertilización in vitro, ya que alcanza tasas de embarazo mucho mayores que la cirugía reconstructiva, con un menor riesgo.
Factor uterino
El factor uterino corresponde a 15-20% de las causas de infertilidad y, en su mayoría, se compone de alteraciones anatómicas del útero que impiden la implantación del embrión o, si esta se lleva a cabo, evitan el adecuado desarrollo del mismo.
Las condiciones que afectan el útero son, malformaciones congénitas, miomas, que son tumores benignos que pueden complicar el embarazo, pólipos; que son protuberancias que crecen en el útero o bien sinequias, adherencias y tejido de cicatrización secundarias a procesos quirúrgicos previos o infecciones.
El abordaje diagnóstico del factor uterino se lleva a cabo regularmente mediante estudios de imagen, a base de ultrasonido pélvico, sonohisterografía (estudio de ultrasonido en el que se introduce agua en la cavidad uterina para poder apreciar sus contornos) e histeroscopia (estudio de imagen en tiempo real mediante cámara y lente). Mediante estos procedimientos se logra identificar la enfermedad y al mismo tiempo puede ser reparado mediante histeroscopia.
Una vez reparada la alteración se puede proceder a realizar la transferencia embrionaria de rutina en el proceso de fertilización in vitro, aumentando las posibilidades de tener un embarazo sano a término.
Factor Cervical
El moco cervical es responsable de capturar los espermatozoides y constituye un reservorio de los mismos. Hace décadas se consideraba la prueba postcoital, que consistía en la obtención de moco cervicouterino poco antes de la ovulación, horas después de una relación sexual, sin embargo, en la actualidad ya no está recomendada debido a la poca correlación entre el resultado de la prueba y el desenlace reproductivo.
Entre las alteraciones cervicales que podrían alterar la fertilidad se encuentran:
- Cervicitis o estenosis cervicouterina crónicas que se deben a la conización u otro tratamiento para la displasia cervical: podría afectar la interacción entre moco cervical y espermatozoide
- Infecciones cervicales: originadas por microorganismos como clamidia, ureaplasma y mycoplasma, que pueden alterar el tránsito normal del espermatozoide y generar un proceso de inflamación que altere la implantación embrionaria
Actualmente, para la evaluación del factor cervical, se realiza una exploración pélvica completa, para tratar de identificar signos de infección, se evalúan los antecedentes de cirugías a nivel cervicouterino (conos, legrados) y se realizan cultivos para la identificación de microorganismos susceptibles.
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