El 25 de julio de 1978 nació Louise Brown, la primera bebé concebida a partir de la técnica de la fertilización in vitro, sin duda, fue un parte aguas en el mundo científico y religioso que hizo múltiples planteamientos sobre el deseo y el derecho de la vida.
Los científicos Patrick Steptoe y Robert Edwards tenían años investigando sobre este tipo de procedimientos para parejas que padecían infertilidad, Lesley y John Brown tenían 9 años intentando tener hijos sin éxito, debido a un problema de obstrucción en las trompas de Falopio.
Se había logrado el embarazo por medio de la fertilización in vitro, sin embargo, los anteriores intentos fueron un fracaso al no llevarse a fin la gestación y el nacimiento. La polémica que se desató tras el nacimiento fue principalmente abanderada por la iglesia, criticaban de manera enérgica este tipo de procedimientos asegurando que el dar vida no se trataba de un derecho humano de cualquiera sino de un don heredado de la divinidad.
Algunos otros detractores, incluso científicos, se mostraban temerosos y hostiles ante la utilización de técnicas desconocidas y consideradas antiéticas en dónde se concebía la vida como un producto que podía fabricarse a gusto personal.
Sin embargo, la fecundación in vitro dio cavidad a otros desarrollos en el campo de la medicina reproductiva como la congelación de embriones y óvulos que hacía posible su transferencia en periodos posteriores a la extracción de óvulos, otro de los procedimientos que también se simplifico. De igual forma, se tuvieron avances con respecto a la infertilidad masculina, se desarrolló la inyección intracitoplasmática, que consiste en introducir directamente en el óvulo un espermatozoide con las condiciones óptimas para la fecundación.
A 4 décadas de la primera fecundación in vitro, se ha dado esperanza y cumplido el sueño de millones de parejas con problemas de fertilidad, su eficacia y seguridad se han incrementado cada año, son cientos de centros de fertilidad que dan opciones y brindan atención con tratamientos de reproducción asistida a parejas con algún problema de infertilidad, del mismo sexo o sin pareja, son pocos ya los opositores a este tipo de prácticas.
Este día se conmemora como el día del embriólogo debido a esta situación, sin ellos nada de esto sería posible, el empeño y el profesionalismo que ponen a diario para cumplir sueños y continuar en la ardua tarea de investigar que secretos esconde el cuerpo humano desde su nacimiento.