La obesidad afecta principalmente a las mujeres en edad fértil

El caso mexicano

La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública en México, de acuerdo con cifras del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo presentado en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) del 2012 al 2016 el número de personas mayores de 18 años con sobrepeso en el país aumento 3.8 millones, lo que representa un crecimiento aproximado del 18% en 4 años.

Según el informe Obesity Update de la OCDE en 2015, México figura como el segundo país con mayor prevalecencia de obesidad y el que mayor crecimiento tiene en este rubro. A pesar, de que Estados Unidos se coloca en el primer sitio, ocupamos el primer lugar con mujeres mayores de 20 años con este problema, con un porcentaje del 34.5%.

Razones

Los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo son los factores principales causantes de esta epidemia que no conoce condición social y que desencadena en diversos padecimientos crónicos como diabetes o hipertensión.

Es paradójico que México sea un país en dónde la comida sea una de las peculiaridades en las que más resalta en el mundo, el mole, las tlayudas, los tacos y tamales son parte de la dieta básica de los mexicanos. Todos estos platillos típicos tienen muchas calorías, si bien podemos comerlos en ocasiones, su consumo debe ser muy limitado.

Por otro lado, las horas en el tráfico y el tiempo que pasamos sentados en la oficina no ayudan, si no se busca la oportunidad de hacer ejercicio, prácticamente es imposible moverse para quemar esas calorías que consumimos diariamente.

Infertilidad y obesidad

Otra de las complicaciones que acarrea es la infertilidad; en los hombres el exceso de peso corporal reduce de manera significativa el recuento espermático y la calidad de estos, que se asocia con problemas de morfología y movimiento lo que impide que el espermatozoide fecunde al óvulo. No hay que olvidar que la obesidad puede derivar en niveles bajos de testosterona, acarreando disfunción eréctil, la diabetes produce en muchos casos eyaculación retrógrada en la que el semen se desvía a la vejiga en lugar de salir por el conducto deferente al exterior y existen medicamentos para el control de la presión elevada que deterioran la calidad de los espermas.

Respecto a las mujeres y los problemas de infertilidad, los efectos son aún mayores, mientras más obesidad la posibilidad de lograr la concepción disminuye significativamente, de hecho, en algunos países el límite de IMC (Índice de Masa Corporal) para acceder a los tratamientos de reproducción asistida es de 32, lo que muestra la importancia de cuidar nuestra alimentación y peso cuando se desea un embarazo.

En primer lugar, la obesidad, aumenta la presión arterial en el embarazo, a esto se le conoce como preeclampsia, por otra parte, se genera resistencia a la insulina lo que posibilita la diabetes gestacional y puede evitar que el óvulo se implante con éxito en la matriz. Siguiendo en esta línea los óvulos tienen calidad precaria y los niveles hormonales están alterados, lo que tiende a derivar una tasa alta de abortos involuntarios y problemas graves en el parto.

¿Qué hacer?

Si padeces obesidad es importante que te atiendas ya que los problemas que trae determinan la calidad de tu vida futura, sin embargo, sin buscas embarazarte la atención debe ser vital e inmediata aún si no superas los 35 años, llevas poco tiempo intentando embarazarte o ya estás embarazada pues esta afección desencadena inconvenientes de salud serios. En PROCREA contamos con especialistas en nutrición que pueden sugerirte dietas balanceadas de acuerdo a tu gasto calórico y a tus objetivos, agenda una cita y comienza una vida más sana.

 

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