La hormona antimülleriana (AMH) se encuentra presente tanto en hombres como en mujeres, pero la función en cada organismo es distinta, es esta hormona la que diferencia sexualmente al embrión por medio del conducto de Müller que en los hombres genera el apéndice testicular y el utrículo prostático y en las mujeres da forma a las trompas y la matriz.
La medición de la AMH en el género femenino es vital para determinar la reserva ovárica que se refiere tanto a la cantidad como a la calidad de los óvulos restantes durante algún momento determinado de la vida, esto depende de la edad, genética y ambiente al que se ha expuesto.
Al medir esta hormona también se predice la respuesta que puede tener una estimulación ovárica externa y es fundamental para cualquier tratamiento de fertilidad asistida. Los índices altos de esta hormona significan que la respuesta será positiva y los índices bajos generalmente los tienen niñas o mujeres que han pasado la menopausia, sin embargo, si no se está en esta etapa puede resultar en poca respuesta a tratamientos para fertilidad.
Cualquiera que sea el resultado nos orientará sobre el tipo de tratamiento para infertilidad que se puede utilizar y que tendrá mayor oportunidad de conseguir el embarazo. Por ejemplo, si la reserva es alta o normal y no se ha conseguido el embarazo es más probable que se realice inseminación artificial, si va de normal a baja se sugeriría la fecundación in vitro, si la reserva de óvulos es de baja a muy baja se puede sugerir la ovodonación.
Lo normal es tener entre 10 y 20 ovocitos en ambos ovarios, cuando hay más de 20 óvulos se trata de una reserva ovárica alta y cuando hay 10 o menos es baja, la ventaja que presenta este método para determinarlo, es que no varía de acuerdo con el día del ciclo que se efectúe.
La reserva ovárica se determina desde el quinto mes de embarazo y va disminuyendo desde el nacimiento hasta la menopausia. En el nacimiento se cuenta con cerca de un millón de óvulos, para la adolescencia la cantidad asciende a los 300 mil, de los cuales los que tienen la posibilidad de ser fecundados son pocos. Mientras más avanza el tiempo la taza de embarazo disminuye considerablemente.
De igual forma la medición de la hormona antimülleriana sirve como herramienta para diagnosticar padecimientos como el ovárico poliquístico, la falla ovárica precoz, ayudar a predecir el momento en que dará inicio la menopausia y si un tratamiento de cáncer de ovario está siendo eficaz.