La glucosa es el azúcar en la sangre que se obtiene de todo lo que comes para que tu cuerpo produzca energía y puedas desempeñar todas tus actividades diarias. Sin embargo, ingerir azúcares en exceso puede generar graves problemas de salud tales como la diabetes. Esta, si no se trata adecuadamente ocasiona daños en tu fertilidad, o si ya estás embarazada, el tener una glucosa alta puede perjudicar el proceso.
¿Cómo se relaciona la glucosa con mi embarazo?
Una glucosa elevada, aparte de provocar diabetes, obesidad, hipertensión y daños degenerativos en todo el cuerpo, puede afectar significativamente a tu fertilidad, embarazo e incluso al bebé mientras está en tu vientre.
Existen casos que durante el embarazo se origina la llamada “diabetes gestacional” y, aunque actualmente se desconoce la causa, los especialistas lo asocian a un sobrepeso previo al embarazo o al propio cambio hormonal que se vive durante, pues las hormonas que trabajan por mantener un nivel de glucosa adecuado, pueden sufrir algún tipo de desbalance que ocasione un mal funcionamiento.
Si tengo la glucosa alta ¿Qué consecuencias puedo tener yo o mi bebé?
Dentro de las afectaciones más comunes que sufre una embarazada con diabetes gestacional, se encuentran:
- Hipertensión: Una glucosa elevada durante el embarazo puede provocar presión arterial alta y preeclampsia; si no se trata, puede ser mortal tanto para la madre como para el bebé.
- Cesárea: Es mucho más probable que necesites un parto con intervención quirúrgica debido a algunas afectaciones que seguramente tu bebé padecerá.
- Diabetes: Si bien el tener una glucosa elevada durante el embarazo ya es considerada diabetes, está se puede revertir posterior al parto, pero, existe la posibilidad de que en un futuro embarazo o en la vejez, desarrolles la enfermedad de manera permanente.
Por otro lado, tu bebé se podría ver afectado de la siguiente manera:
- Sobrepeso al nacer: La glucosa alta puede provocar un mayor crecimiento; si el bebé pesa 4 kg o más, corre el riesgo de sufrir alguna lesión y necesitar un parto por cesárea e incluso prematuro.
- Nacimiento prematuro: La diabetes gestacional puede ocasionar un parto adelantado a la fecha prevista.
- Dificultades respiratorias: Los bebés que son prematuros, tienen una alta probabilidad de sufrir estas afectaciones.
- Hipoglucemia: Hay ocasiones en las que el bebé puede nacer con un nivel bajo de glucosa, y aunque se puede tratar y hacer que los niveles vuelvan a la normalidad, en los casos más graves, el bebé puede sufrir convulsiones.
- Obesidad y diabetes: Tu bebé podría ser más propenso a padecer estas enfermedades en un futuro.
- Muerte fetal: La diabetes gestacional mal tratada o sin tratar, puede provocar el fallecimiento del bebé estando en el útero o después de nacer.
¿Qué tratamiento seguir para no tener afectaciones?
Es muy importante que primero acudas a un chequeo médico para que valore tu estado y te indique el mejor tratamiento para ti. De forma general, para controlar la glucosa alta debes:
- Hacer ejercicio: Siempre trata de hacer al menos 30 minutos de ejercicio diariamente.
- Alimentarte sanamente: Consume frutas, verduras y alimentos altos en fibra; evita las grasas y modera tus porciones.
- Tomar los medicamentos que el médico recete
- No faltar a tus chequeos
- Mantenerse en un peso recomendado: Debes asesorarte con tu doctor para que te indique cuál debe ser tu peso “ideal” durante tu embarazo.
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