la ovulación, acompañado de infertilidad en 40% o 50% de los casos de Síndrome Ovario Poliquístico, igualmente aumenta el riesgo de abortos y complicaciones obstétricas. En otros casos puede haber resistencia a la insulina, que se muestra con la aparición de acantosis nigricans.

¿Por qué se da?

La FSH y la LH regulan la función ovárica, son producidas por la hipófisis. Al llegar a la pubertad, las mujeres cuentan con alrededor de medio millón de óvulos, cada ciclo unos cuantos se van perdiendo, no todos serán aptos para ser fecundados, pero si hay algunos que alcanzan la maduración, a medida que estos crecen producen pasan de producir andrógenos a estrógenos, los estrógenos favorecen la proliferación del endometrio y la progesterona lo estabiliza e impide que crezca.

Para entenderlo mejor podemos dividir el ciclo de la mujer en dos fases, proliferativa que es el momento en el que los ovocitos comienzan a crecer hasta quedar un folículo dominante, en ese momento se produce un pico de LH que provocará la ovulación. El óvulo comenzará a predominar la progesterona que prepara al endometrio para un posible embarazo. 

En las mujeres que sufren ovario poliquístico, los andrógenos no logran convertirse en estrógenos, por lo tanto, habrá un descenso de la FSH. De igual manera, la hormona anti mülleriana, una hormona que también producen los folículos, también tendrá niveles altos, que también inhiben la conversión de andrógenos a estrógenos. De igual forma, la insulina parece tener interferencia en la producción de andrógenos, por esta razón, la diabetes de cualquier tipo es un factor para el Síndrome de Ovario Poliquístico.

¿Hay tratamiento?

Su diagnóstico debe de ir acompañado siempre de un tratamiento personalizado, ya que su sintomatología cambia de mujer a mujer. Si sospechas o te han diagnosticado de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) y deseas embarazarse, en PROCREA podemos hacerlo posible, lo principal es agendar una consulta de valoración que nos permita buscar opciones en conjunto.