Que verdadera tragedia resulta no saber la causa por la cual no llegan los hijos, tenemos trabajo, tenemos salud, amor y todas las ganas de que una persona nueva se integre a nuestra familia. Sentir como nuestro corazón reboza de emoción con pequeñas patadas, sin embargo, el tiempo pasa y nuestro cuerpo se marchita sin dar fruto.
Criadas con la idea de que el vientre es la primera cuna en la que descansa un bebé es una pena sentirse consumida por la angustia y mirar como alrededor todas se llenan de pequeños, que incluso, no planeaban. Un resentimiento que se va volviendo veneno para el cuerpo, frustración que nace de comentarios hirientes que la gente hace sin pensar, creyendo que tienen derecho de opinar sobre lo que nos funciona o nos hace falta.
Probando remedios, vitaminas, rituales, posiciones sexuales e incluso rezando al santo de nuestra devoción para que nos conceda el milagro. Una pareja que parecía perfecta comienza a fragmentarse entre el miedo y las culpas, se convierte en un secreto a voces en la familia en dónde nadie pregunta, pero su mirada teñida de lástima lo dice todo.
Nuestro propio pensamiento nos consume, es momento de olvidarnos de búsquedas y sugerencias caseras en internet, estamos en el siglo XXI, la innovación y la tecnología han tenido avances nunca antes vistos. La medicina tiene nuevas técnicas de las que se vale para ayudar a resolver múltiples padecimientos, entre ellos la infertilidad. Si bien, actualmente es un problema que se presenta más frecuentemente, todos estos avances han podido ayudar a miles de parejas que sufren de infertilidad.
En la reproducción asistida, existen tratamientos de baja complejidad como lo es el coito programado o la inseminación artificial y están los de alta complejidad que incluyen la fecundación in vitro, mini fiv, donación de óvulos, entre otros.
El uso de cada uno de estos depende de las condiciones de la pareja y de cuales sean las causas de la infertilidad, sin embargo, para la gran mayoría de los casos hay solución.
La experiencia y la especialización de los médicos en reproducción asistida han hecho que todos estos tratamientos tengan un gran porcentaje de éxito.
Si tienes más de un año manteniendo relaciones sexuales sin protección o seis meses si tienes más de 35 años y no consigues el embarazo, es momento que consultes a algún especialista en reproducción asistida, recuerda que el tiempo es vital en este tipo de padecimientos.
Mientras antes acudas a un diagnóstico, cuentas con más probabilidades de éxito. No te preocupes, todos estos pensamientos negativos son normales, con el acompañamiento adecuado se irán disipando, lo más importante es encontrar un tratamiento de reproducción asistida ideal para ti.
Agenda una valoración junto con tu pareja para que puedan diagnosticar cuales son las razones y las posibles soluciones a sus problemas de fertilidad.