Es un test que evalúa las bacterias presentes en el endometrio de manera global, se practica una biopsia del tejido endometrial para analizar el ADN bacteriano antes de realizar una transferencia embrionaria en un tratamiento de fertilización in vitro, puede detectar las 10 bacterias más abundantes y el porcentaje presente. Se practica 5 días después de la exposición a la progesterona o entre el día 15 y 25 en un ciclo natural, este test se recomienda para pacientes con falla de implantación recurrente o para cualquier mujer que desee ser madre y quiera conocer el entorno en el que se implantará el embrión. El test EMMA incluye el test ALICE que analiza todas las bacterias que provocan la endometritis crónica.